Quo Vadis


Me gustaría ser el arquitecto de mi destino, capitán de mi propio barco, aunque a veces me siento como un pluma volando a merced del viento, y es cuando recuerdo que la madre de Forrest decía que la vida era como una caja de chocolates, y me siento mal por ser el peor de los golosos, por que creo que ya me comí todos los chocolates de mi caja.

Ahora recuerdo cuando tenía 17 años y me ponía a buscar la verdadera religión, estudiando con mucha gente en muchas iglesias, todas hablaban de Dios, pero aprendí que pocos hacían lo que decían, y otros que eran demasiado literales eran para mi gusto demasiado estricto con mi pensamiento y mi música, fué cuando seguí huyendo, y ahora a mis 38 años no me siento muy a gusto conmigo mismo teniendo este tipo de conflictos existenciales, pero me siento en el mismo lugar, estancado, varado. Dicen que cuando uno está abajo solo queda el camino arriba.

He conocido a mucha gente muy de cerca, y me ha sorprendido la facilidad que tienen para olvidar, para engañarse a si mismos, viviendo en el rencor y en el limite del orgullo, donde uno se cree que es el más fuerte del mundo hasta que uno se queda solo en las noches. A veces me siento como el viejo loco predicando ante una manada de perros.

Ya pasó un mes desde que empecé este blog como un diario de mis luchas cotidianas, para superar la depresión y el aislamiento, todavía no le encuentro forma, pero bueno el camino se hace al andar, pero ....... a donde vas ?

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